viernes, 11 de marzo de 2011

Mi mensaje a los perredeístas y al país.

Por Hipólito Mejía:

Quisiera agradecer, en primer lugar, a todos los perredeístas que participaron en la XXIX Convención y que dieron un ejemplo de civismo y responsabilidad al dedicar una gran parte de su tiempo a crear esta enorme oleada democrática y participativa que fue la selección del candidato presidencial del PRD.

En segundo lugar quisiera reconocer en gran esfuerzo que hicieron todos los miembros de mi equipo de campaña, desde el más apartado rincón del país hasta las grandes ciudades de Santo Domingo y Santiago, pasando por la Provincia de Santo Domingo. Ellos fueron los gestores de un avance que pocas veces hemos tenido en el PRD en los últimos años. Mi gratitud y compromiso de que cumpliremos las promesas y cuando seamos gobierno haremos que los hechos hablen más que las palabras.

No puedo dejar de reconocer el trabajo realizado por los miembros del equipo que nos adversó, encabezado por el compañero Miguel Vargas Maldonado, en quien siempre reconocí un contrincante de mucho empuje, con muchos recursos y con una gran vocación de poder. Creo que su trabajo los llevó a un sitial privilegiado en un partido como el PRD, pues obtuvieron cerca del 45% de los votos, algo cercano al medio millón de votos.

La contienda electoral se decidió con transparencia, con limpieza y con pulcritud de una Comisión Nacional Organizadora que no puede ser cuestionada, pues siempre actuó con apego a la equidad, la igualdad y la independencia que merecen los jueces de cualquier proceso en que se compite por posiciones delicadas, como ha sido este caso.

Todo el tiempo estuve orientado a mi equipo de trabajo sobre el cumplimiento de las normas estatutarias, los reglamentos dispuestos por la Comisión y el pacto de caballero que me tocó firmar con Miguel Vargas Maldonado unos días antes del domingo.

Tuvimos que debatir mucho, controlar algunos impulsos, para no responder con la misma moneda cuando éramos atacados con dureza, se utilizaban sofismas para zaherirnos y cuando con algunas artimañas se publicaban ampliamente en los medios de comunicación páginas completas intentando denigrar la gestión de gobierno del PRD que encabezamos del 2000 al 2004.

La ecuanimidad se impuso y fue más necesario que nunca pensar en la unidad del PRD.

Sabíamos que si nos enfrascábamos en una guerra verbal el partido sería afectado, y la candidatura presidencial también resultaría lesionada. Y trabajamos con mucha firmeza para que en la base y en la cabeza, el equipo del Proyecto República Dominicana mantuviera la coherencia, la calma, la ecuanimidad y la certidumbre de que el PRD sería herido si nosotros también nos desbordábamos.

He dicho y repetido muchas veces que Miguel Vargas Maldonado debe aceptar los resultados de la misma forma que aceptó la formación de la Comisión Nacional Organizadora, del mismo modo en que aceptó que la convención se hiciera con un padrón semi-abierto, y de la forma que fue y firmó, conmigo, un pacto de caballeros de tres puntos, garantizando sobre todo la unidad del PRD.

Lo que tengo para el compañero Miguel son palabras de aliento. Lo mismo digo para una gran parte de los miembros de su equipo, que antes estuvieron bien cerca de mí, que trabajaron conmigo, codo a codo en el gobierno y en mi proyecto político. El mismo Miguel fue parte importante de mi gobierno y vivió conmigo momentos difíciles y también estelares. Estuvo como secretario de Obras Públicas durante 4 años, administrando el mayor presupuesto de institución alguna del gobierno.

Creo que ahora corresponde dejar atrás las quejas y los conflictos. La Comisión Organizadora de la Convención casi ha concluido su trabajo y ya ofreció un veredicto, que es impostergable. El partido debe trabajar a partir de ahora para curar las pequeñas heridas que pudieron producirse, y rápidamente retomar el trabajo político como líder de la oposición y definir una estrategia con miras a la contienda electoral del 2012.

Son muchas las tareas que nos quedan por delante. Hay que trabajar en el programa de gobierno. Ya decidí encargar al compañero Ramón Alburquerque de un equipo de trabajo, quisiera que a esa tarea se integraran los técnicos del equipo de Miguel que elaboraron su programa del 2008 y que ahora habían adelantado nuevos elementos.

Hay que formar las comisiones de trabajo en el campo electoral, los equipos de base, zonales, municipales, provinciales y nacional que se encarguen de la logística, de la organización del padrón por mesas electorales, actualizado, con los datos que pueda ofrecer a su debido tiempo la Junta Central Electoral.

Hay que trabajar en los organismos electorales por formarse, de acuerdo con la nueva Constitución, y debemos impulsar un equipo de trabajo conjunto, en el ámbito económico, para analizar las medidas del gobierno y concebir la nueva ruta que debe seguir la economía dominicana.

Yo como candidato presidencial tengo la principal responsabilidad en el trabajo del proceso electoral. Reconozco que el trabajo en equipo es fundamental para alcanzar nuestros objetivos. La disciplina es también importante, y creo que la dirección del partido debe ayudar con su influencia en lograr la coherencia de todos los órganos que se pongan en marcha.

Debemos trabajar de forma conjunta el candidato, la presidencia del partido, lo mismo que la Secretaría General, la de Organización y los demás órganos vinculados al trabajo electoral, legal, legislativo, y por supuesto a los frentes de masas, en los cuales hay compañeros y compañeras valiosos, que pueden impulsar un trabajo que contribuya a alivianar la carga para ganar las elecciones del 2012.

Hago énfasis en los frentes de masas, en especial el de las mujeres y el de los jóvenes. Son organismos de mucha vida, y a los que debemos darle importancia, otorgarle poder de decisión en sus respectivas áreas, con mucha creatividad, coherencia, dedicación, porque se trata de lleva al PRD al poder, como nos enseñó José Francisco Peña Gómez.

Como candidato presidencial no puedo olvidar el apoyo que hemos recibido como partido de personalidades que se han integrado al PRD, con nuevos bríos y nueva sangre, del apoyo que nos brindaron organizaciones de la sociedad civil, y de la atención que recibimos de los medios de comunicación.

Mi compromiso es darle nueva vida, como partido de oposición al PRD, abrir las puertas de nuestra organización a todos los ciudadanos y ciudadanas que deseen un cambio para mejorar la gobernabilidad, para ampliar la visión de gobierno, que sea más inclusiva y que integre en especial a los más pobres, y para que se respete la institucionalidad y detengamos la rampante corrupción que nos ha empobrecido terriblemente en los últimos 8 años.

Publicado por El Nacional



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