Este 8 de marzo se cumple el centenario del Día Internacional de la Mujer, ocasión para identificarme con los avances políticos, sociales y culturales, y para colocarme al lado de las mujeres, en especial las dominicanas, en los desafíos que todavía tienen por delante.
Estamos convencidos de que otro mundo es posible, en donde la mujer pueda ocupar el espacio que se ha ganado y que le corresponde. Cuando la mujer prospera el mundo avanza y se hace más justo, más igualitario, menos excluyente y discriminatorio.
La violencia de género es un tema en el que todavía la sociedad y los gobiernos están en déficit. Es poco lo que se hace para hacerle frente, para que ninguna mujer sea víctima de violencia, acoso, incluso muerte por parte de sus compañeros. Reducir al mínimo la violencia de género y los factores que inducen a la violencia intrafamiliar es uno de los compromisos de la sociedad y de los próximos gobiernos, con lo cual me comprometo de manera solemne en este centenario del Día Internacional de la Mujer.
En mi propuesta de gobierno hemos situado entre las prioridades de mi próxima gestión la protección y dignidad de la mujer, la defensa de su condición y la equiparación absoluta de derechos y oportunidades. Estos objetivos son más que una promesa electoral, pues suponen para mí y para el equipo que coordino, así como para la sociedad que aspiro a construir, un auténtico compromiso del que estoy dispuesto a rendir cuentas cuando sea necesario.
Las mujeres y hombres que comparten conmigo estos objetivos, y que representan a otros muchos implicados en el mismo esfuerzo y embarcados en la consecución de los Objetivos del Milenio, saben que hay que situarse en primera línea y obligar al poder a contemplar y respetar los derechos y opciones de las mujeres. Por eso también, nuestra acción de gobierno priorizará las necesidades urgentes de los colectivos de mujeres más desfavorecidos.
Nos comprometemos con profundas transformaciones para las mujeres y con impulsar otro modelo de convivencia, más plural e inclusivo. En este empeño nada nos detendrá, ni siquiera las dificultades evidentes de una sociedad como la nuestra, que todavía debe avergonzarse de conductas impropias de un país libre y democrático y que mira hacia otro lado cuando se hace patente la explotación y el abuso, sobre todo en niñas.
Las políticas públicas tienen una alta responsabilidad en conseguir la equidad, reducir la pobreza, elevar el acceso y los niveles de calidad de la educación, brindar puestos de trabajo a los más pobres, especialmente a las mujeres, que son doblemente afectadas por estas iniquidades.
Debemos recuperar los principios éticos y las premisas morales que nos hacen mejores personas, con el convencimiento de que somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
El PRD es el partido de más tradición democrática con la mujer, ha sido el pionero en abrir el acceso de las mujeres a la política, y mantiene ese compromiso hasta lograr los objetivos trazados por nuestro líder histórico, José Francisco Peña Gómez.
Hipólito Mejía
Candidato Presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Estamos convencidos de que otro mundo es posible, en donde la mujer pueda ocupar el espacio que se ha ganado y que le corresponde. Cuando la mujer prospera el mundo avanza y se hace más justo, más igualitario, menos excluyente y discriminatorio.
La violencia de género es un tema en el que todavía la sociedad y los gobiernos están en déficit. Es poco lo que se hace para hacerle frente, para que ninguna mujer sea víctima de violencia, acoso, incluso muerte por parte de sus compañeros. Reducir al mínimo la violencia de género y los factores que inducen a la violencia intrafamiliar es uno de los compromisos de la sociedad y de los próximos gobiernos, con lo cual me comprometo de manera solemne en este centenario del Día Internacional de la Mujer.
En mi propuesta de gobierno hemos situado entre las prioridades de mi próxima gestión la protección y dignidad de la mujer, la defensa de su condición y la equiparación absoluta de derechos y oportunidades. Estos objetivos son más que una promesa electoral, pues suponen para mí y para el equipo que coordino, así como para la sociedad que aspiro a construir, un auténtico compromiso del que estoy dispuesto a rendir cuentas cuando sea necesario.
Las mujeres y hombres que comparten conmigo estos objetivos, y que representan a otros muchos implicados en el mismo esfuerzo y embarcados en la consecución de los Objetivos del Milenio, saben que hay que situarse en primera línea y obligar al poder a contemplar y respetar los derechos y opciones de las mujeres. Por eso también, nuestra acción de gobierno priorizará las necesidades urgentes de los colectivos de mujeres más desfavorecidos.
Nos comprometemos con profundas transformaciones para las mujeres y con impulsar otro modelo de convivencia, más plural e inclusivo. En este empeño nada nos detendrá, ni siquiera las dificultades evidentes de una sociedad como la nuestra, que todavía debe avergonzarse de conductas impropias de un país libre y democrático y que mira hacia otro lado cuando se hace patente la explotación y el abuso, sobre todo en niñas.
Las políticas públicas tienen una alta responsabilidad en conseguir la equidad, reducir la pobreza, elevar el acceso y los niveles de calidad de la educación, brindar puestos de trabajo a los más pobres, especialmente a las mujeres, que son doblemente afectadas por estas iniquidades.
Debemos recuperar los principios éticos y las premisas morales que nos hacen mejores personas, con el convencimiento de que somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
El PRD es el partido de más tradición democrática con la mujer, ha sido el pionero en abrir el acceso de las mujeres a la política, y mantiene ese compromiso hasta lograr los objetivos trazados por nuestro líder histórico, José Francisco Peña Gómez.
Hipólito Mejía
Candidato Presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
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