miércoles, 2 de septiembre de 2009

Hipólito advierte graves conflictos


El ex presidente de la República, Hipólito Mejía, denunció ayer la situación de miseria que a su juicio mantienen las presentes autoridades sobre la población, especialmente en los pueblos del interior, y vaticinó que si el presidente Leonel Fernández no se empeña en solucionar problemas fundamentales de la nación, esto podría traducirse en conflictos sociales de serias envergaduras.

A propósito de sus constantes recorridos por diferentes pueblos, Hipólito expresa que después de cinco años fuera de los escenarios políticos, que es el tiempo exacto desde que dejó la Presidencia en el año 2004, se ha sentido “sumamente preocupado” por la situación de pobreza y abandono en que se encuentra el país.

“A mí me preocupa. Ya con la experiencia de Estado y con la experiencia de muchos países que he visitado, de haber vivido desde la posición más alta del país y estar al tanto de los conflictos, no deja de preocuparme esta situación”, expresa.

Entrevistado en el almuerzo semanal de Multimedios del Caribe, por los periodistas Manuel A. Quiroz, director de El Caribe, y Osvaldo Santana, director de CDN, Radio y Televisión, Mejía quiso sustentar con números las duras críticas que hace al gobierno tutelado por Fernández, por la forma en que entiende tiene sumido al pueblo dominicano.

Vinculó la pobreza existente en República Dominicana a la “irresponsabilidad” oficial en el manejo del gasto público durante la pasada campaña electoral, en la que Fernández se presentó como candidato para un segundo período consecutivo.

Mejía calificó como un “desguañangue” las condiciones en que se encuentran las cuentas fiscales y externas, y atribuyó la nueva firma con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la incapacidad del gobierno para ajustar sus “gastos superfluos” y de encontrar nuevos capitales para fortalecer la economía.

Sostuvo que el déficit fiscal del gobierno ha sido recurrente y que el año pasado alcanzó niveles preocupantes, “heredado básicamente de la campaña política para reelegir al presidente Fernández”. Detalla que de los 54 mil millones de pesos que registró el déficit fiscal en el 2008, un 45% se atribuye al gasto “exorbitante” del gobierno para financiar la reelección del primer mandatario.

Hipólito arremetió contra las nóminas y “exceso de empleados” en la administración pública, que calcula aumentaron en el primer semestre de este año en un 22%, equivalente a 5 mil 110 millones de pesos. Puntualiza que “en su afán por perpetuarse en el poder”, el partido en el gobierno aumentó las famosas nominillas a unos 200 mil asalariados que no justifican su razón de ser en el Estado.

Toda esta distorsión, añade Mejía, persiste en el gobierno peledeísta mientras los ingresos obtenidos por recaudaciones han caído en 17,500 millones de pesos en los primeros seis meses de este año, respecto a igual período del 2008, y la totalidad de ingresos públicos obtenidos en ese mismo tiempo se redujeron en 45 mil 700 millones de pesos.

“Y aunque los gastos también han disminuido, el déficit fiscal proyectado del gobierno central para todo el año se estima en 35 mil millones de pesos”, indica Mejía. Señala que este déficit supone el no pago de los compromisos asumidos por ley con el Banco Central en el 2009, que sitúa en 15 mil millones de pesos, ni el pago de las deudas acumuladas con el sector eléctrico, contratistas, acreedores y suplidores del Estado, que asegura superan los mil millones de dólares.

“No hay posibilidad de que la economía mejore sustancialmente. No hay forma. Las realizaciones del gobierno no van a mejorar, porque no hay dinero para eso”, apuntó Mejía, antes de pronosticar que la cuenta corriente del gobierno terminará en 3 mil millones de dólares, “que no es una papita”.

Diagnóstico. Hipólito quiso pasar de las cifras a los hechos y refirió las visitas que usualmente realiza a las provincias.

Dijo que pueblos como San Juan de la Maguana, Barahona, San Pedro de Macorís y La Romana, son ejemplos vivos de que la mano amiga del gobierno no se ha posado sobre la calidad de vida de sus habitantes.

Calcula que en San Pedro de Macorís, un millón 300 mil tareas dedicadas a la siembra de caña están al borde del colapso.

Señala que en este pueblo, situado al este del país, un proyecto de siembra de vegetales y melones, tutelado por unos inversionistas extranjeros, también se redujo de manera considerable.

Mejía insiste en que la miseria palpada en cada una de estas provincias lo han hecho sentir apesadumbrado, “por cómo eso se podría traducir en conflictos sociales”.

A pesar de que sostiene que su interés no es desearle una situación inmanejable al gobierno, piensa que el caldo de cultivo para que se produzcan revueltas populares es “sumamente favorable”.

No obstante el panorama descrito, reconoce que la clase política dominicana ha alcanzado niveles importantes de madurez y responsabilidad, suficientes para dirimir los problemas nacionales sin necesidad de llegar a tales extremos.

El ex mandatario aprovechó esta parte de su exposición para aclarar que, aunque muchos han criticado la actitud pasiva del PRD frente a situaciones cuestionables del gobierno, “gracias a Dios no hemos sido opositores virulentos”, señala.

“Hay mucha gente que dice, ahí (en la organización de huelgas y protestas) está el PRD. Y no, no; la verdad que no”, apunta.

“No lo apoyé para que haga lo que le dé la gana”

En su comparecencia en Multimedios del Caribe, fue evidente que Mejía evitó confrontar con Vargas, el hombre que se perfila como el precandidato a vencer en un escenario para escoger el aspirante presidencial del PRD para los comicios del 2012.

Pero no por eso dejó de reiterar la advertencia que viene haciendo desde que Vargas asumió la presidencia de esta fuerza política.

“El que nombró secretario de Obras Pública a Miguel, fui yo. No fue Balaguer, ni fue Leonel, fui yo. Duró cuatro años (en esa cartera), fui yo quien lo mantuvo cuatro años. Cuando anunció su candidatura (presidencial), fui yo quien lo apoyé, no fue (Virgilio) Bello Rosa ni Hatuey De Camps, su compadre. Yo fui que lo apoyé. Ahora, yo no lo apoyé para que haga lo que le dé la gana en el partido”, advirtió.

Dijo que si Vargas se somete a los reglamentos y a los estatutos del partido, entonces podrá contar con su apoyo. “Si toma actitudes medalaganarias, como se han tomado algunas, yo no lo voy a apoyar.

Yo decidí luchar por la libertad y la democracia, que es la expresión del PRD. No me voy a apear de ese caballo”, sentenció Mejía.

Sí aspirará en los comicios del 2012, pero primero el PRD.

Sin negar nunca sus declaradas intenciones de ir nuevamente tras la candidatura presidencial, el ex presidente Mejía aseguró que para él lo más importante en este momento es lograr la reestructuración del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), lo que entiende es un proceso que debe darse de cara a las elecciones congresuales y municipales programadas para el 16 de mayo del año que viene.

Apunta que la reestructuración del PRD adquiere una valoración especial, tomando en cuenta que esta organización tiene ahora una nueva dirección que habrá de jugar un papel estelar en la escogencia de los aspirantes a cargos electivos para los comicios venideros.

Inicialmente, hemos comenzado, después de cinco años de un exilio voluntario, a dar los primeros pinitos en el país, visitando algunos lugares, para explicarles y decirles a nuestros compañeros; primero, que estamos en lo que expliqué previamente (la reestructuración del partido) y luego que, dependiendo de las circunstancias, estaremos en el medio en el año 2012, que faltan muchos años para eso”, expresa Mejía.

En medio de su defensa de que actualmente está más interesado en el futuro del partido blanco que en sus aspiraciones personales, a Hipólito se le recordó que, vistos como dos contendores para aspirar a la presidencia en el 2012, las encuestas lo dan muy por debajo del presidente del PRD, Miguel Vargas.

Y esto fue lo que respondió: “No, ya él está en 150 y yo en uno. Ya superó la etapa de los 100 (por ciento).

Si hay una persona que sabe entender los números soy yo, porque nunca hago las cosas para autoestimularme. Estoy muy viejo para eso”, expuso Mejía.

Reveló que optó por buscar nuevamente la Presidencia, “porque hay cosas que no me han gustado, en todas partes, pero más en el PRD”.

Dijo que el PRD requiere libertad y democracia, “y eso yo lo voy a pelear”.

Hipólito luce enfático cuando dice que no le interesa polemizar con Vargas, quien controla una influyente tendencia en el PRD.

Expresa que prefiere esperar que el devenir de los días defina el escenario con el que tendrá que lidiar como alto dirigente de esta organización.


El corruptómetro

1 Ve corrupción a alto nivel

Mejía no quiso dejar de lado el espinoso tema de la corrupción administrativa y, de manera jocosa, habló de un término poco conocido a nivel de opinión pública: el “corruptómetro”, del que dijo está en su más alta dimensión.

“El corruptómetro ha roto toda las expectativas que yo tenía. Y lo más importante y frustratorio es que los que la han propiciado decían que eran inmaculados”, expresa.

Afirmó que con todo y la desidia oficial para combatir efectivamente la corrupción administrativa, se han producido ejemplos de castigo de ese flagelo, por lo menos en el sector privado.

“No tengan la menor duda de que el próximo castigo va a ser a políticos, porque no es posible que nadie, absolutamente nadie, se coja el dinero que no le corresponde. Yo lo digo con fuerza, y no me voy a callar”, acentuó.

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