sábado, 1 de diciembre de 2012

TEXTO INTEGRO DEL DISCURSO DE HIPOLITO MEJIA EN ATLANTA, GEORGIA.

Distinguidos amigos del Panel, Señoras y señores: Agradezco al Foro Empresarial de Paz Global su amable invitación a participar en esta Cumbre sobre Relaciones Presentes y Futuras entre las Américas. Los temas de este panel sobre intercambio comercial, oportunidades de inversión y beneficios compartidos, son de gran importancia para impulsar el desarrollo humano sostenible en la región. 

Latinoamérica tiene una población aproximada de 600 millones de habitantes, que en gran parte reside en zonas urbanas; la mayoría tiene menos de 35 años. Una característica a destacar de la población latinoamericana y caribeña es el crecimiento de la clase media. En efecto, un reciente estudio del Banco Mundial, revela que en conjunto, la clase media de la región ha crecido un 50 por ciento durante la última década. 

Ese crecimiento, sin embargo, coexiste con el grave problema de la desigualdad social que predomina en toda la región y que se traduce en la exclusión de amplios sectores de la población que tienen limitado acceso al consumo. Esa brecha entre quienes pueden consumir con holgura y los que tienen un consumo precario, sugiere los desafíos que enfrenta la región para que el comercio y las oportunidades de inversión, se traduzcan en beneficios compartidos y desarrollo incluyente. 

Tal y como lo expresa el referido estudio, para lograr el desarrollo sostenible, es necesario generar empleos formales, mejorar el nivel educativo de los trabajadores, especialmente de las mujeres, mejorar la productividad, renovar la infraestructura, impulsar el crecimiento económico y, permítanme subrayarlo, garantizar la transparencia en las instituciones públicas. 

Otra característica de la región es la abundancia de recursos naturales, apropiados para la agricultura, la minería y el turismo. Pero la explotación de esos recursos plantea a la vez un gran desafío, por cuanto debe ser realizada sin causar daños irreparables a la biodiversidad, a las bellezas naturales y a las reservas acuíferas que forman parte fundamental del patrimonio ecológico de la región. 

Las características demográficas, las condiciones naturales, la ubicación geográfica y la numerosa población de inmigrantes de la región que reside en territorio norteamericano, son algunas de las ventajas que tenemos para lograr incentivar el intercambio comercial, atraer inversión y lograr que los beneficios de ambas actividades lleguen tanto a la región como a los Estados Unidos de Norteamérica. 

 Deberíamos preguntarnos por qué, a pesar de existir diversos mecanismos y acuerdos de integración e intercambio, persisten aún dificultades para alcanzar el potencial de crecimiento del comercio y la inversión, en un contexto de equidad y justicia. 

Entre los factores que explican ese déficit están la inseguridad jurídica, las trabas burocráticas, la corrupción, la falta de transparencia, la existencia de barreras arancelarias y técnicas, y el insuficiente ahorro interno para sostener las inversiones requeridas. 

Señoras y señores, para llevar el intercambio y la cooperación regional a su máximo nivel, los países de América tenemos que dar respuestas concretas a las dificultades que acabamos de mencionar. 

Esas respuestas deben ser adaptadas al contexto de cada país. La experiencia nos demuestra que la cooperación y el intercambio entre naciones es un proceso positivo que ayuda a elevar el bienestar de los pueblos, siempre y cuando esté acompañado de políticas internas que contribuyan a eliminar las asimetrías que pudieran existir entre países de un mismo bloque. 

El momento económico y político que vive nuestra América, es una excelente oportunidad para que la región emprenda la renovación de las instancias de integración existentes y propicie el surgimiento de nuevas iniciativas a favor del desarrollo económico y social, que tenga como ejes centrales el comercio y la inversión.

 Para que el intercambio de ideas que sostenemos en este panel se traduzca en planes y programas viables, me permito compartir con ustedes las siguientes propuestas: 

En primer lugar, propongo articular los sistemas educativos, a nivel básico, técnico-vocacional y universitario, con los sectores productivos y a la innovación tecnológica, a fin de mejorar la calidad de nuestros recursos humanos como un componente esencial para elevar la productividad del trabajo y la competitividad de la región. 

Una forma de alcanzar esa meta es promover el intercambio académico entre los países de América Latina que tienen centros educativos de alta calidad y aquellos que no han logrado tal nivel de excelencia. 

Igualmente, propongo ampliar el intercambio académico entre universidades latinoamericanas y norteamericanas para formar profesionales calificados para las demandas de la nueva economía.

En segundo lugar, somos conscientes de que la inseguridad jurídica, los complicados sistemas de impuestos, las trabas burocráticas y la falta de transparencia en los organismos públicos de regulación, dificultan un eficiente flujo de los capitales que demanda la región para el desarrollo de su infraestructura productiva.

 En consecuencia, para atraer más inversión hacia la región propongo que trabajemos conjuntamente para superar los obstáculos mencionados. 

En tercer lugar, debemos destacar que el auge económico que se observa en muchos de nuestros países ha descansado, principalmente, en la generación de empleos informales que se caracterizan por la inestabilidad y la ausencia de protección social.

 Para que nuestro desarrollo sea sostenible y podamos superar la desigualdad, tenemos la obligación de incrementar sustancialmente el empleo formal y de calidad. 

A fin de lograr un mayor nivel de empleo formal, propongo aumentar el apoyo a los sectores productivos con mejor financiamiento, acceso a los mercados, a las nuevas tecnologías y un marco jurídico que promueva la inversión productiva con responsabilidad social.

 Por último, el desafío que enfrentamos, en materia de competitividad no se circunscribe a la existencia de empresas exitosas en cada uno de nuestros países, como de hecho existen. 

Se trata, más bien de que los países como conjunto se aboquen a crear las condiciones para que sus economías sean competitivas y complementarias. Para alcanzar la competitividad en las Américas se necesita que todos trabajemos en los doce puntos que el Foro Económico Mundial señala como vitales a fin de lograr esa meta. 

Esos puntos son: · Calidad institucional, · Infraestructura extensiva y eficiente, · Estabilidad del entorno macroeconómico, · Salud y educación de la fuerza laboral, · Calidad de la educación superior y el entrenamiento, · Eficiencia de los mercados de bienes, · Eficiencia del mercado laboral, · Desarrollo del mercado financiero, · Acceso a la tecnología, · Tamaño del mercado, · Ambiente de negocio dinámico, ágil y eficiente, y · Innovación tecnológica y creatividad.

 Para que estos señalamientos del Foro Económico Mundial se hagan realidad, propongo que sean asumidos en cada uno de nuestros países como una tarea prioritaria, tanto para los gobiernos como para el sector privado. Señoras y señores las propuestas que acabamos de realizar reconocen la existencia de esquemas de integración e intercambio en las Américas. 

Sin embargo, para que estos sean herramientas de un genuino desarrollo, deberán inspirarse en las premisas e ideales que promueven no sólo el crecimiento económico sino igualmente la justicia social, la solidaridad, el respeto a los derechos humanos y la equidad de oportunidades para nuestros ciudadanos.

Muchas gracias

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