lunes, 25 de febrero de 2013

ARTICULO DE JUAN TH

EL NEGOCIO DE LA BARRICK

Detrás del oneroso contrato de la Barrick Gold, aprobado por el Congreso a la velocidad del relámpago porque hubo instrucciones del presidente del partido de gobierno, a la sazón presidente de la República y del presidente de facto del Partido Revolucionario Dominicano, unidos por el “Pacto de las Corbatas Azules”, hay jugosos beneficios que aún no han salido a la luz pública.¡Y dudo que salgan! 

Dicen las buenas lenguas que el dinero corrió como torrente inagotable de agua turbia en el Congreso. Incluso hasta se habla de una cifra, en dólares, nada despreciable. Esas mismas lenguas respetables aseguran que el “lobismo” en el Palacio dejó sus frutos millonarios con los cuales se puede patrocinar una campaña electoral a destiempo.

Fue el ministro de Industria y Comercio de ese momento quién le “sugirió” a la Barrick invertir en los medios de comunicación y entre los “líderes de opinión” para variar la percepción negativa en la población, consejo que fue acatado al pie de la letra. 

Dicen que un “colega” experto en trabajar con medios y líderes de opinión recibió cinco millones de dólares para distribuirlos entre sus pares. Es bien sabido que algunos comunicadores nucleados en un programa pidieron 250 mil dólares mensuales a través de un poderoso ministro, oferta que fue rechazada y luego renegociada en otros términos. 

Si bien el contrato de la Barrick es perjudicial en sumo extremo para el país, no así para dirigentes políticos, funcionarios al más alto nivel, congresistas, algunos alcaldes, periodistas y medios de comunicación. 

El nuevo gobierno, en vista del déficit de 200 mil millones de pesos que dejó Leonel Fernández, no solo hizo aprobar una reforma fiscal, sino que habló con ejecutivos de la Barrick para que le adelantara (o prestara) mil millones de dólares. Aunque esa versión fue desmentida, yo digo que es cierto. 

Todos los que amamos éste país estamos en contra de la Barrick Gold. Pero debo admitir que estamos siendo utilizados como condón para presionar a la minera a una renegociación del contrato de Leonel y Miguel Vargas. 

Pero debemos reconocer, como ha dicho el dirigente del “nuevo PRD”, y abogado de la Barrick, que el contrato no es ilegal, pues fue sancionado acorde con los lineamientos jurídicos del país. (Un crimen de lesa patria) Quienes deben responder ante el pueblo, incluso a las autoridades penales, por la firma de un contrato tan perjudicial y dañino para el país, son aquellos que lo aprobaron más rápido de lo que “dicen berenjena”. 

Estoy contra la Barrick. ¡Fuera del país! Pero también estoy en contra de los que le dieron su visto bueno desde el Palacio Nacional, el Congreso y desde la “oposición”. ¡A la cárcel! Todo el que le cogió dinero a la Barrick que se lo devuelva. ¡Y comencemos a negociar de nuevo pensando en el país, no en los bolsillos de algunos! ¿Y es fácil?

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