lunes, 27 de diciembre de 2010

De buena tinta - Hipólito es una maquinita.

Sale temprano y desayunado a sus compromisos
Los perredeístas que forman parte de los equipos de dirección y de campaña de Hipólito se quejan del tren de trabajo, de que el hombre rinde tanto que no es fácil irle a la par.

Si se descuidan, se les va alante y tienen que apresurar el paso para alcanzarlo.

No sólo se levanta temprano, sino que arranca tan de mañana que el que no esté a las siete, se queda. Igual, quien no llegue desayunado, padecerá una jornada de hambre, pues tampoco hace paradas.

Estaba citado para un desayuno con diputados en la casa de Alberto Atallah a las nueve, y se presentó quince minutos antes.

No se "bajó" el mangú con huevo, jamón y mortadela, pero "picó" algo de frutas, pues según su apreciación "ayudan a la digestión".

Aunque se sabe la verdadera razón: fue preparado. El paciente que en la clínica "bajaba" seis trozos de "plátano amarillo", hay que suponer lo que hará ya pasada la convalecencia.

El hombre, como dicen, rinde, pero es que se alimenta con suficiencia. Harto siempre, el humor hace lo demás, pues a barriga llena, corazón contento.

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