jueves, 8 de julio de 2010

En Defensa del Honor

Todas las naciones de este globo terráqueo están hermanadas en términos de que todos tenemos un mismo origen: el pecado de Adán. Nadie escapa al aguijón de la muerte por una degeneración hereditaria, maña fuera, todos estamos signados por la mancha de la imperfección.

Se puede tener diferencias políticas con uno, con dos, con el resto o la colectividad. Nadie es similar a nadie porque somos tan diferentes como la arena granulada del mar. No hay que tomarse la vida muy a pecho, de todas formas nadie sale vivo de aquí.

Chocar con todos los que nos rodean y hacer de las redes sociales los lugares predilectos para el denuesto de aquellos cuyo aliento pestilente, proviene de su costumbre de rumiar frustraciones y amarguras acumuladas, es tan útil y efectivo como tratar de colocar una llanta de carro tipo sedan en un camión de volteo, o la cama de una camioneta Daihatsu adaptarla al tráiler de una patana. Las redes sociales son para construir proyectos y realizar sueños, para comunicarnos y estrechar lazos; se puede criticar y hacer denuncias pero basadas en hechos ciertos y no en leyendas urbanas y fábulas inventadas a la carrera, como es costumbre de economistas fracasados y anónimos escritores trasnochados que como un tal Frank Pena, sólo saben verter el estiércol que tienen en su pluma para perjudicar reputaciones envidiablemente construidas.

Es mucho mas honorable aquel que se cuida de denostar a sus semejantes sin pruebas, que otros que por un afán de brillo desmedido, sólo atraen por su camino a la perdición media docena de almas erráticas, que se suelen alimentar de los insultos proferidos injustamente contra profesionales sin maculas, a los que no podrían cargar siquiera un pequeño maletín.
Usted podrá estar o no de acuerdo con el presidente Mejía y muchos de sus más cercanos seguidores y colaboradores, pero nadie duda en este país de los valores humanos personales que acompañan al presidente.

A este país le hacen falta muchas cosas:

A este país le hace falta ONESTIDAD
A este país le hace falta OMBRIA
A este país le hace falta ERMANDAD
A este país le hace falta ONOR
A este país le hace falta EROISMO

A este país le hace falta una H…….

La H de Hipólito, la H de AtallaH, la misma H de los Hombres de Honor. Lo que muchos no soportan porque no tienen la conciencia tranquila de haber sacrificado tanto, haciendo un servicio desinteresado a la nación.

Me enorgullece defender y pertenecer al proyecto político de uno y contar con la amistad digna y sin afectación de los otros. No son seres perfectos y distan mucho de ser enteramente virtuosos pero de algo estoy seguro: no hacen de los que le rodean las presas de sus resentimientos.

Han aprendido a perdonar profundas ofensas y a reconciliarse con Dios, la humanidad y consigo mismo. Personas así merecen ser genuinamente elogiadas frente a tanta inmundicia que atenta contra la tranquilidad y el buen nombre de gente esencialmente buena. Por eso no me cansare nunca de salir, EN DEFENSA DEL HONOR.

Autor:
Marcos José Núñez

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