martes, 9 de marzo de 2010

Hipólito en las memorias de Leonel.

Por: RAMÓN RODRÍGUEZ

Habrá que esperar, claro está, pero el presidente Leonel Fernández, tarde o temprano, deberá presentar sus memorias fuera de las pasiones y de los intereses políticos que envuelven las grandes figuras. Ojalá y no sean de ultratumba, como aquellas del afamado literato y político Francois Rene de Chateaubriand, para que todos tengamos la oportunidad de conocer a través de sus confesiones, tantas actitudes pragmáticas que lo han alejado notablemente del prócer Juan Bosch, pero, que lo han llevado por el camino del éxito a ocupar la silla de "alfileres" en tres ocasiones, y con las prerrogativas institucionales de intentarlo en el 2016.

Al autor de estas líneas le gustaría conocer, cuál fue el rol del jefe del Estado en el plan mediático que se puso en marcha a partir del 2002 para desprestigiar la figura del presidente Hipólito Mejía y presentarlo ante la opinión pública como incapaz de gobernar la Nación, y de ser responsable de una crisis que tiene nombres y apellidos, a sabiendas de que dicho plan atentaba directamente contra la gobernabilidad. Es harto conocido, que un grupo de expertos emprendió lo que el autor del concepto de la guerra fría, Walter Lippman, denominó como la teoría de la bala mágica o teoría de reacción en cadena, donde se lleva un mensaje específico, que las masas consumen, casi siempre de una manera inconsciente, pues son victimas de la manipulación.

Será de mucho interés histórico conocer más ampliamente la participación del Presidente Fernández en lo que los entendidos entienden fue un golpe De Estado financiero. Me refiero, pues, a la crisis bancaria que afectó todo nuestro sistema financiero y que provocó el desplome económico de la nación, que unido a los actos terroristas del 11 de septiembre, creó un ambiente tan tétrico que los estudiosos llegaron a pensar de que se podía atentar con la vida del Presidente Mejía, como ha ocurrido ya en el país y en otros países, cuando se presentan crisis de esta naturaleza. Con ansias espero conocer el verdadero rol del presidente Fernández en estas acciones anti patrióticas, nunca antes vistas en esas dimensiones en pleno siglo de Paul Kennedy.

Soy de la tesis de que los grandes beneficiarios del gobierno del presidente Mejía, es decir, sus funcionarios, no hicieron ninguna resistencia para combatir el plan de marras, pues casi todos tenían proyectos presidenciales guardados en sus axilas, y la verdad histórica es que todos se beneficiaban coyunturalmente, pues realmente apostaban a sus proyectos y no a la relección de Mejía, como finalmente ocurrió.

Cuando el Presidente Fernández escriba sus memorias deberá decir que el Presidente Mejía enfrentó la crisis bancaria con gallardía y dignidad. Estará en el deber de decir a los dominicanos que ese gobierno del PRD respetó los partidos emergentes y fue noble con el partido de Balaguer, para cuidar el sistema de partidos. Ojalá y se anime el hoy mandatario a reconocer que el presidente Mejia ni robó ni mató.

Habrá que esperar pues, ya que ambos andan de las manos con la historia, y es posible que los veamos enfrentados el 16 de mayo del 2016.

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